Al llegar a Calella y bajar del coche, lo primero que nos sorprendió fue que escuchamos las olas impactando contra las rocas. Caía mucha agua, nos teníamos que abrigar o acabaríamos empapados. El ruido del mar y el fuerte viento de Levante ensordecían las calles de Calella.
Hacía frío, recuerdo la imagen de estar entrando en la taberna la bella Lola y ver el mar golpeando con fuerza contra las rocas, qué emoción.
Un gran temporal se ha paseado este fin de semana por nuestra costa dejando imágenes tan espectaculares como la que os adjunto, la que la hicimos grabar el paseo de Sant Antoni de Calonge cuando una ola sobrepasaba el espigón.
En Calella, las olas casi se habían llevado toda la arena de la playa del Port-Bo. Picaban con rabia contra "Es codol" desmenuzando las olas y haciendo que llegas hasta las puertas de la Taberna la llovizna salado de las mismas.
Había tanta rabia a mar que los cristales de la taberna quedaban llenos de Salanca .....
Tal vez un golpe de mar, una vez más nos llevaba un viejo amigo a dar una vuelta por la taberna ....
"Creo que por mas tiempo que pase, siempre te recordaré. Cada vez lo llevo mejor, intento disfrutar más de los buenos momentos que me regalan, y las habaneras vuelven a cautivar hacerme ya tomaremos una sonrisa ".
Gran parte de culpa de este hecho el té Cris y los compañeros Jordi Grau y Jordi Rubau del grupo Arjau. Entre todos, junto con Raquel y la Elena pasamos una velada espléndida.Estuvimos de lo mas bien en la mesa disfrutando de muchos y buenos momentos, compartiendo y aprendiendo. Esta vez no quise hablar demasiado de habaneras, prefería disfrutar de su compañía dejando que las habaneras nos sorprendieran cuando tocaban.
Jordi Grau llevaba una lista de piezas que llevan en repertorio, quedé parado, fue uno de los momentos más emocionantes de la velada, cuando dándome la lista me preguntó qué me gustaría escuchar. No os podéis imaginar lo que representó para mí ver una lista llena de piezas para interpretar. La broma fácil hubiera sido pedir a todas, pero como tenía la oportunidad, pedí .... no dejé pasar la ocasión, con un: "la que desee", esta vez podía elegir, gracias chicos!.
Como os podéis imaginar, leí todas hasta encontrar aquellas que apenas le arrancaba a Càstor en una buena fiesta. Entre tanta letra leí "la bella indiana", una pieza que sólo le escuché a Càstor una vez, y como no, no lo había olvidado.
Mi petición no se hizo esperar, y lo cierto es que me complacer inmediatamente.
Este dúo de Palafrugell están en uno de los momentos más dulces que les conozco. Las horas de ensayo se reflejaban en las cuidadas voces y en el empastado. La curositat en su trabajo y el talante se convierten en un referente para mí en el canto de taberna y las habaneras.
La segunda pieza que hicieron, otro regalo, esta vez, no por mí, (aunque también lo es, como tantas otras) "El Clavel".
Una pieza difícil de interpretar por los tres cambios de tono que contiene. Los acordes de la guitarra y unas miradas entre los Jordi's, eran más que suficientes para cuadrar la pieza como dios manda.
También tienen espacio para piezas más contemporáneas, como "Tamariu" de la Narcisa Oliver y música de Josep Bastons, La balada d'en Lucas del maestro José Luis Ortega Moansterio o Records también de la Narcisa Oliver y de Josep Bastons. Pero dada la velada, y las maravillosas piezas antiguas que nos regalaremos no quiero estar de compartirlo.
Hicieron "la casita blanca" llamada también Tendrás un altar y Cuando "El España", dos piezas en castellano muy antiguas.
El grupo pidió a los asistentes las piezas que les gustaría escuchar a lo largo de la noche y un hombre de la mesa vecina, le pidió una pieza que él recordaba que se hacía muy a menudo en Can Batlle, "Ojos verdes" con letra de Josep Servià y Figa y música de Ricard Viladesau.
No lo dudaron, un momento para la afinación de la guitarra, un trago de refresco esponsorizan, y venga, ya estamos:
Ulls verds ( Josep Servià i Figa / Ricard Viladesau )
“Voldria ser poeta
per dir-te quant t'estimo,
per contemplar tes llàgrimes
en versos i en cançons.
Per prendre i oferir-te
els boscos, les estrelles,
les ones i les coses
més belles d'aquest món.
Ulls verds de mirada tendre
que no puc aconseguir.
Qui pogués els teus ulls prendre,
i, tot mirant-los, morir !
Voldria ser la mar
de la cala a on et banyes,
i el blanc llençol de seda
que embolcalla el teu cos.
I el mirall que als matins
el teu rostre emmiralla,
i fer-te la companya
del meu dolç llit d'amor.
Ulls verds de mirada tendre
que no puc aconseguir.
Qui pogués els teus ulls prendre,
i, tot mirant-los, morir !
i, tot mirant-los, morir !"
Esta preciosa pieza inspiró a Jordi Rubau a cantarle en ese hombre y al resto de asistentes, otro pieza que él recordaba de la etapa de Can Batlle "Cuando tus ojos".
Este par, repito, se ganan día tras día mi máxima admiración por el buen trabajo y el buen trabajo que hacen las veces de sacar del baúl algunas piezas, que si no fuera por ellos y cuatro más estarían en desuso.
Me los imagino en lo alto de una de estas cantadas donde van los entendidos a escuchar habaneras. Incluso me atrevería a decir los comentarios que se harían, a retratar las caras de satisfacción, ya escribir los pensamientos que tendrían más de uno en salir de la cantada.
A la media parte, se añadió Víctor (componente del grupo Lobos de Mar) para hacer algunas con Jordi Rubau, y más tarde, Paco y Luis para acabar de amenizar la fiesta de una manera más desenfadada y algo más picante.
Piezas muy taberneras como La Pauleta, La sociedad d'en Nyoca, "Las Fuentes" y El "serdu" extrajeron carcajadas entre los asistentes.
De nuevo, los Jordi's reanudaron las interpretaciones, y fue entonces, cuando a mí me hicieron pasar un mal momento .... Bueno, digamos un poco amargo .....
El sábado disfruté mucho de la maravillosa cantada que nos ofrecieron los Arjau. Tan sólo la pieza, "Temps perdut" con letra de la Gloria Cruz y música del inolvidable y querido maestro, Cástor Pérez consiguió que mis ojos se empañaran (ya vamos mejor). Aunque no fui el único que por un momento tuvo que tragar más saliva de la cuenta, refrescar la garganta, y mirar más de una vez la puerta para ver si esta se abría.
Compañeros reencontrarnos en la taberna la bella Lola hacía días que queríamos hacerlo, lo que yo no me imaginaba es que las habaneras volvieran a sonar dulces como hasta hace un tiempo atrás.
Compañeros, gracias por hacer que las habaneras vuelvan a ser dulces dentro de mí!.
Salud, Fuerza y Habaneras a dojo!.
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Hace 8 años